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sábado, 12 de marzo de 2016

Mayor temporalidad en la sanidad pública que en la privada: la vergüenza del sistema

Los amigos de Osatzen me invitaron a participar ayer en sus Jornadas en una mesa sobre precariedad laboral en atención primaria. Públicamente hoy les reitero mi agradecimiento por su invitación y su amabilidad en el trato, especialmente a Rafa, Elsa, Irma, Gorka, Iñaki y otros que por mi memoria de mosquito no recuerdo su nombre. Compartí mesa con dos aragoneses: Rafa Gracia, que actuó de moderador, y Patricia Escartín que nos contó en primera persona las consecuencias de la precariedad, insospechadas muchas de ellas por quienes no la sufrimos. La preparación de mi presentación me sirvió para confirmar aspectos que sospechaba pero también para descubrir otros insospechados que presento en esta entrada. 



Los empleados de la sanidad pública, ¿tienen un trabajo más estable que los de la sanidad privada?
Es probable que la inmensa mayoría de los españoles contestaran que sí a esta pregunta, incluso aquellos que son empleados públicos. Los datos vienen a contradecir esta afirmación, al menos en el sector de la sanidad. La fuente es un trabajo de CCOO titulado “El empleo en actividades sanitarias y su evolución durante la crisis”. En la página 47 de dicho trabajo se puede ver esta tabla:



Del total de personas asalariadas en sanidad en 2014 el 75% son indefinidos y el 25% son temporales. Una tasa de temporalidad que es algo superior a la registrada con carácter general entre la población asalariada en España, situada en ese mismo periodo en el 24,2%. Lo grave de esto es que la tasa de temporalidad en la sanidad privada es 10 puntos porcentuales inferior a la de la sanidad pública en 2014; 13 puntos inferior en 2011 y casi 14 puntos inferior en 2008. Como se aprecia en la tabla, ambas sanidades (pública y privada) tenían una tasa de temporalidad prácticamente idéntica en 2002.

Sabemos que el peso de la contratación temporal sobre el total de la contratación ha bajado durante la crisis precisamente porque los primeros en engrosar las listas del paro han sido los asalariados temporales. Esto ha sido así tanto en el conjunto del mercado de trabajo como en sector público. Por lo tanto, habría que descartar que la reducción de la temporalidad ocurrida en la sanidad privada se haya debido a una mayor pérdida de empleo, respecto del sector público, responsable de una reducción relativa del peso de la temporalidad en el mercado de trabajo sanitario privado. Sin embargo, eso no ha sido así como se aprecia en el siguiente gráfico (pág. 36 del informe de CCOO):




La temporalidad es claramente mayor en la sanidad pública que en la privada y es mayor para cualquier grupo de edad como se puede observar en la siguiente tabla (página 48 del informe de CCOO).





La mayor cualificación profesional en la sanidad, ¿conlleva un trabajo más estable?
También muchos de nuestros conciudadanos contestarían probablemente que sí a esta pregunta. Puede que sea cierto en general pero en sanidad no lo es. Ya sabemos que la mayor inestabilidad o temporalidad en el empleo en el sector salud proviene más del sector público que del privado. Lo que se aprecia en la siguiente tabla (página 49 del informe de CCOO) es verdaderamente sorprendente para mal. Entre los 25 y 45 años, a mayor cualificación profesional se sufre mayor temporalidad. Pese a disponer de los datos, el informe de CCOO no distingue en esta ocasión entre sanidad privada y sanidad pública, pero ya sabemos cuál de las dos ofrece mucha más temporalidad.



CONCLUSIÓN
Los gobiernos autonómicos y el central gastan miles de millones de euros en incentivar el empleo indefinido en la empresa privada. A lo mejor, deberían incentivar también a los gerentes de la sanidad pública por cada contrato que de temporal pase a indefinido, quizá así se solucionarían antes asuntos como por ejemplo la precatemporalidad en la atención primaria de Madrid. Sería actuar desde la lógica de quien piensa que todo se arregla con dinero. El problema de esto es que, como por arte de magia, cuando el incentivo se acaba el contrato formalmente indefinido pasa de nuevo a temporal. Pese a ello, en la sanidad privada se ha conseguido reducir la temporalidad respecto de 2002 mientras que en la sanidad pública se ha conseguido incrementar. Un auténtico logro y una vergüenza para un SNS cuyos máximos responsables afirman que sus profesionales son “el mejor activo del sistema”.  La sanidad privada no proporciona “inmortalidad laboral” como la pública pero sí menor temporalidad. La precariedad laboral es un determinante social de la salud, especialmente de la salud mental y de los accidentes laborales. La temporalidad no es sinónimo de precariedad pero sí su pre-requisito. Es de esperar que aquellos países, sectores, grupos sociales, etc. con mayor temporalidad en el empleo presenten también mayor precariedad. Por lo tanto, ya sabemos en dónde y en quién es más probable la precariedad laboral en el sector sanitario español.





1 comentario:

  1. Gracias, Juan por saber ponerle siempre datos y análisis a las situaciones complejas.
    Tu aportación fue muy clarificadora.
    Gracias, de verdad... siempre tan bienvenido en Osatzen.

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